Tomar buenas decisiones marca la diferencia en los negocios.
No se trata solo de “arriesgarse” solamente, sino que luego de un buen análisis, con el riesgo medido, nos “lancemos” conociendo todos los pro y contras.
Y es en este contexto, la toma de decisiones, que uno de los análisis básicos que debiera dominar un dueño de negocio es el de “oferta y demanda”. Recuerda que siempre partimos con lo básico, para luego de eso pasar a análisis más sofisticados
Revisemos en detalle lo que deberías considerar en este tipo de análisis. Primero, partamos con lo básico
¿Qué es la Microeconomía?
La microeconomía se adentra en el estudio de las fuerzas que determinan los precios y las cantidades de bienes y servicios en los mercados, así como las decisiones de producción y consumo de los individuos y empresas. Es un pilar esencial para entender cómo funcionan los negocios en un entorno competitivo.
Sigamos…
La Ley de Oferta y Demanda y sus Componentes
Al hablar de microeconomía tenemos que hablar de la ley de oferta y demanda, principio económico fundamental propuesto por Adam Smith.
Esta ley nos dice que, en un mercado competitivo (muchos oferentes, muchos demandantes), el precio y la cantidad de un producto o servicio se determinan por la interacción entre la oferta y la demanda.
1.- Oferta:
La cantidad de un producto o servicio que las empresas están dispuestos a vender a diferentes precios, manteniendo constantes otros factores.
La relación entre el precio de un producto o servicio y la cantidad ofrecida por las empresas suele ser directa: a medida que aumenta el precio de un producto o servicio, las empresas están dispuestos a ofrecer más de ese producto o servicio al mercado.
2.- Demanda:
La cantidad de un producto o servicio que los consumidores están dispuestos a comprar a diferentes precios, manteniendo constantes otros factores.
La relación entre el precio de un producto o servicio y la cantidad demandada por los consumidores suele ser inversa: a medida que aumenta el precio de un producto o servicio, la cantidad demandada de ese bien tiende a disminuir.
3.-Equilibrio de mercado:
El punto donde la cantidad demandada de un o servicio es igual a la cantidad ofrecida en el mercado. En este punto, no hay exceso de oferta ni de demanda, y el precio al que se intercambia el bien se llama precio de equilibrio.
En este punto, tanto los consumidores como los productores están maximizando su bienestar y beneficio, dado el precio y la cantidad en el mercado
4.- Desplazamientos de la curva de oferta y demanda:
Cambios en los determinantes de la oferta o la demanda, como cambios en los precios de los insumos, tecnología, preferencias de los consumidores o la cantidad de consumidores en el mercado, pueden hacer que las curvas de oferta o demanda se desplacen hacia la izquierda o la derecha. Estos desplazamientos pueden afectar el equilibrio de mercado, cambiando tanto el precio como la cantidad intercambiada.
5.- Elasticidad-precio de la demanda y oferta:
Mide la sensibilidad de la cantidad demandada o ofrecida a cambios en el precio. Una demanda elástica significa que los consumidores son sensibles a cambios en el precio, mientras que una oferta elástica indica que los productores son sensibles a cambios en el precio. Esto tiene implicaciones importantes para los efectos de los cambios en los precios en el equilibrio del mercado y en los ingresos de los productores.
Aplicación en las PYMEs
Las PYMEs no son inmunes a los principios de la microeconomía y la ley de oferta y demanda. De hecho, las pymes a menudo operan en entornos altamente competitivos donde comprender y aplicar estos principios es crucial para el éxito de tu negocio
Pero qué pasa cuando no “respetamos” la Ley de Oferta y Demanda en una PYME
Aquí te nuestros algunos ejemplos de errores al no considerar esta ley en la toma de decisiones:
A.- Fijación de Precios Desconectada de la Demanda del Mercado:
Imaginemos una pequeña tienda de electrónica que decide establecer precios altos para sus productos sin considerar la disposición de los clientes a pagar esos precios.
Esta tienda asume erróneamente que sus productos son únicos y que los clientes estarán dispuestos a pagar más por ellos. Sin embargo, al no tener en cuenta la sensibilidad de los consumidores al precio, la demanda de los productos disminuye significativamente, dejando a la tienda con inventario no vendido y pérdidas financieras.
B.- Producción Excesiva sin Evaluar la Demanda Real:
Un ejemplo común de este error es una pequeña fábrica de muebles que aumenta su producción sin evaluar adecuadamente la demanda del mercado.
La fábrica asume que un aumento en la producción conducirá automáticamente a mayores ventas. Sin embargo, si la demanda del mercado no ha aumentado en la misma proporción que la producción, la fábrica se encontrará con un exceso de inventario que no puede vender, lo que resulta en costos de almacenamiento adicionales y pérdidas económicas.
C.- Ignorar la Competencia y sus Efectos en la Oferta y Demanda:
Imagina una pequeña cafetería que establece precios más altos que sus competidores cercanos sin considerar las ofertas y promociones de estos últimos. La cafetería ignora cómo las acciones de la competencia pueden afectar la percepción de valor de los clientes y su decisión de compra. Como resultado, los clientes optan por la competencia más asequible, dejando a la cafetería con una disminución en la clientela y una caída en los ingresos.
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D.- No Ajustar Estrategias Comerciales ante Cambios en la Demanda y Oferta:
Un ejemplo de este error es un pequeño supermercado que no actualiza su inventario para reflejar las fluctuaciones estacionales en la demanda de ciertos productos. La tienda continúa comprando la misma cantidad de productos independientemente de las variaciones en la demanda estacional, lo que resulta en exceso de inventario en algunos períodos y escasez en otros. Esto lleva a pérdidas económicas debido a productos no vendidos o clientes insatisfechos.
E.- Subestimar la Elasticidad de la Demanda y Fijar Precios Inapropiados:
Imaginemos una pequeña empresa de transporte que aumenta sus tarifas durante la temporada alta de viajes sin considerar la respuesta de los clientes a este aumento de precios. La empresa asume que los clientes necesitarán sus servicios independientemente del precio. Sin embargo, al no tener en cuenta la elasticidad de la demanda, la empresa se arriesga a perder clientes que buscan alternativas más económicas, lo que resulta en una disminución en los ingresos.
F.- No Anticipar Desplazamientos en la Curva de Oferta y Demanda:
Considera el caso de una pequeña tienda de ropa que no anticipa cambios en las preferencias de los consumidores y la disponibilidad de productos de temporada. La tienda continúa comprando grandes cantidades de un estilo de ropa que ha estado en alta demanda durante años, sin darse cuenta de que las tendencias de moda están cambiando y los consumidores están buscando estilos diferentes. A medida que la demanda de estos productos disminuye y la oferta de productos de moda actual aumenta, la tienda se encuentra con un exceso de inventario de productos obsoletos y una disminución en las ventas. La falta de lectura y comprensión de las señales del mercado lleva a la tienda a perder oportunidades de ventas y a incurrir en pérdidas financieras. Es crucial que los dueños de negocios estén atentos a los cambios en las preferencias del consumidor, las tendencias del mercado y otros factores que puedan desplazar las curvas de oferta y demanda, para ajustar sus estrategias comerciales de manera proactiva y mantener la competitividad en el mercado.
G.- No Anticipar Shock de Oferta o Demanda:
Imaginemos una pequeña panadería que no está preparada para enfrentar un shock de oferta inesperado, como una sequía que afecta la producción de trigo, un ingrediente clave para sus productos. La panadería no ha diversificado sus fuentes de suministro de trigo y depende en gran medida de una sola región afectada por la sequía. Como resultado, se enfrenta a una escasez de trigo y un aumento significativo en los costos de adquisición. La panadería no puede mantener los precios anteriores debido al aumento de los costos de producción, pero tampoco puede ajustar los precios al alza debido a la resistencia de los clientes. Esto resulta en márgenes de ganancia reducidos o incluso en pérdidas, y la panadería corre el riesgo de tener que cerrar sus puertas si no puede adaptarse rápidamente a la situación.
Por otro lado, consideremos una pequeña empresa de servicios que no anticipa un shock de demanda, como una recesión económica que provoca una disminución en el gasto del consumidor. La empresa no ha diversificado sus fuentes de ingresos y depende en gran medida de un solo segmento de clientes que son sensibles a las fluctuaciones económicas. Con la disminución de la demanda de servicios, la empresa experimenta una caída brusca en los ingresos y se enfrenta a dificultades financieras. Sin un plan de contingencia o estrategias alternativas para diversificar sus fuentes de ingresos, la empresa corre el riesgo de tener que reducir su personal o incluso cerrar sus operaciones debido a la falta de demanda.
En ambos casos, la falta de anticipación y preparación para los shocks de oferta y demanda puede tener consecuencias graves para los pequeños negocios.
Es esencial que los dueños de negocios sean proactivos en la identificación de posibles shocks y en la implementación de estrategias para mitigar su impacto, como diversificar las fuentes de suministro, desarrollar planes de contingencia y buscar nuevas oportunidades de mercado. De esta manera, los negocios pueden estar mejor preparados para hacer frente a los desafíos económicos y mantener su viabilidad a largo plazo.
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