¿Te ha pasado alguna vez (o varias) que te gastaste la plata del IVA? En otras palabras: llega el 20… y no hay ni un peso para el F29.
Y sí, puede que seas de los que dicen:
«Pago mucho IVA.»
Pero a esta altura ya deberías saberlo: el IVA no lo pagas tú. Lo paga tu cliente.
Tú lo recaudas, lo usas (a veces sin darte cuenta) y después tienes que explicarle a Tesorería por qué no llegó. Porque claro, cuando compras también pagas IVA, y lo recuperas como crédito fiscal. Lo que se paga es la diferencia.
Pero el problema no es contable. Es de gestión.
El gran desorden empieza en la caja
Recibes toda la venta en una misma cuenta: el valor neto (lo tuyo) y el IVA (que no es tuyo). Y con todos los pagos encima —proveedores, sueldos, arriendo— lo urgente se come lo importante.
¿Qué hacen muchos? Usan lo que hay. Pagan con la plata del IVA. Después, postergan. Luego, hacen convenio. Luego, otro. Y cuando te das cuenta, estás viendo TikToks de abogados que explican cómo no pagar a Tesorería
Pero ojo!!, el problema es un tema financiero que no puedes evitar mejorarlo.
¿Cómo mejorar la gestión del IVA? ….USA ESTE MÉTODO
No necesitamos fórmulas de MBA ni cálculos de Finanzas corporativas. Necesitamos método. Simple, accionable, y constante.
Una buena base la planteó Richard Thaler con su teoría del comportamiento, y Mike Michalowicz la llevó a tierra en «Profit First».
Aquí te lo adapto:
Paso a paso: cómo controlar el IVA sin problemas
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Calcula tu porcentaje real de IVA sobre la recaudación
Ejemplo:
- Ventas netas: $10.000.000
- IVA débito (19%): $1.900.000
- Total facturado (con IVA): $11.900.000
- Compras netas: $5.000.000
- IVA crédito: $950.000
IVA a pagar: $1.900.000 – $950.000 = $950.000
Porcentaje a provisionar: $950.000 / $11.900.000 = 7,98%
Eso es lo que deberías separar cada vez que recaudas el dinero de tus ventas. ¿Cómo? Puedes hacerlo por cada ingreso, o una vez por semana.
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Hazlo parte del flujo real
Cada venta tiene impuestos incluidos. Y si no separas ese 8%, el negocio se come su base. Después no es que «faltó»… es que te comiste algo que no era tuyo.
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Ajústalo mes a mes
Ese porcentaje cambia. Tu margen varía, tus compras también. Pero tener un número base te da control, previsión y decisiones mejores.
¿Qué ganas con esto?
- Duermes tranquilo sabiendo que el día 20 no va a ser un drama.
- Evitas intereses y convenios con Tesorería.
- Tienes orden, previsión y control del flujo.
- Empiezas a manejar el negocio como alguien que gana, no como alguien que apaga incendios
Esto no es contabilidad. Esto es gestión financiera aplicada.
Y si quieres que lo adaptemos a tu negocio, calculamos el porcentaje ideal, revisamos tus márgenes y lo implementamos juntos.
Ya sabes dónde encontrarnos.