“Cuando construyes cerca de un río, sabes que en algún momento se desbordará, no sabes cuándo, pero en algún momento pasará. Es por esto que debes construir diques, contención, de tal forma que cuando pase, estés preparado”.
Esta es una de las recomendaciones (parafraseadas en este caso) de Nicolas Maquiavelo hace más de 500 años en su libro “El príncipe”, la cual aplica a los empresarios, quienes al iniciar un negocio deben tener en consideración que en algún momento se alinearán elementos desfavorables exógenos al negocio, detonando una crisis.
Desde hace años los Economistas trataban de anticiparse a qué detonaría una nueva crisis, sin lograr mayores conclusiones. Sin embargo, en algo si había claridad: luego de la crisis Subprime, los Bancos centrales tenían poco margen para actuar con estímulos monetarios, uno de los mecanismos para dinamizar las economías, lo cual al mantener bajas tasas de interés, incentivaron el endeudamiento y desincentivaron el ahorro (evidentemente). A su vez, en términos de financiamiento, para las empresas era más conveniente endeudarse por sobre levantar capital, desplazando a los inversionistas a activos más riesgosos.
Y finalmente llegó. Un virus detona una nueva crisis en una economía globalizada, tal cual en Roma la construcción de caminos colaboró a la expansión de la peste o el regreso de los soldados después de la primera guerra mundial expandió la Gripe Española. Los países toman medidas, se cierran fronteras, se limita las actividades masivas y por ende se resiente y ralentiza toda la economía.
Ya en plena pandemia comienzan los estímulos económicos, bonos, retiros, créditos a empresas, las economías se recuperan pero con «resaca»…. y hoy debemos estabilizar el exceso de liquidez del 2021 y 2022, el cual detonó en niveles de inflación sobre el 13%.
En vista de esto surge la urgencia para todo empresario: ¿cómo gestionar mi empresa en tiempos de crisis?
UNO POCO DE HISTORÍA: ÚLTIMAS 2 CRISIS
La humanidad ha sufrido innumerables crisis a lo largo de su historia, las cuales van desde diluvios (prácticamente todas las culturas hablan de este evento citado en la biblia), enfermedades, sequías, hasta las crisis modernas detonadas por la especulación y desregularización financiera. Revisemos brevemente cómo se desenvolvió la economía en las 2 últimas crisis
Crisis Asiática: Año 1998, se hablaba del “milagro económico asiático”, países con un crecimiento pujante y demandantes de más y más inversión. Luego que Tailandia decidiera dejar fluctuar su tipo de cambio, surgió una vertiginosa caída de la moneda local, contagiando a los países del continente y a las bolsas del mundo.
En nuestro país, dependiente de las exportaciones de recursos primarios, sufrimos la caída de la actividad económica por 11 meses consecutivos.

Las quiebras de empresas en esa crisis crecieron en un 87% en 1998 respecto a 1997 y un 117% en 1999 respecto al mismo año.

Crisis Subprime: La desregularización financiera en su máxima expresión. Se comenzó a otorgar créditos hipotecarios sin mayores requisitos financieros, y dado las facilidades de créditos, se comenzó a generar una burbuja inmobiliaria.
Dado la alta demanda de créditos, los bancos debían seguir financiándose, por lo cual se creaban sofisticados instrumentos financieros con las hipotecas vigentes, atrayendo el interés de inversionistas, fondos de pensiones y bancos de inversión. Los créditos estaban pactados los primeros años a tasa fija y luego a tasa variable, por lo cual una vez aumentada la tasa de interés, comenzaron los impagos, detonando una crisis financiera.
En cuanto a nuestro país, tuvimos 7 meses de caída de la actividad económica, ya con una recuperación sostenida desde el año 2009.

Respecto a las quiebras, en este evento las quiebras crecieron un 12% en 2008 respecto a 2007 y un 10% en 2009 respecto al mismo año, bastante inferior a lo ocurrido 10 años antes.

En 2008 acumulábamos un superhabit fiscal que permitió sobrellevar la crisis con gastos público. Por otra parte la política monetaria actuó, generando incentivos para dinamizar la economía.

Hoy se viven tiempos desafiantes para quienes dirigen empresas. Cuando la marea está alta, lo cubro todo y oculta todos los paisajes de orilla. Cuando la marea baja, deja ver rocas, restos de embarcaciones que naufragaron.
Esto mismo pasa en una empresa. Cuando la economía del país es pujante, los ingresos cuestan un poco menos generarlos, son estables, por lo cual cubren todas las ineficiencias de producción, sobreendeudamiento, exceso de retiros, etc. Cuando se presenta una crisis, deja al desnudo todas las deficiencias de gestión: costos excesivos, gastos excesivos, cargas financieras excesiva, sobre inversión, carencia de ahorro, reservas y diversificación.
Por otra parte, esta crisis será un examen sobre que tan alineados a las tendencias estamos: ¿tu empresa vende por internet?, ¿realizas reunimos vía conferencia?, ¿Utilizas servicios web para diferentes tipos de pagos?, ¿tu modelo de negocio está alineado a tu cliente objetivo?, ¿Qué tan cercano a tus clientes te encuentras?, ¿Cuándo fue la última vez que descolgaste un teléfono y llamaste a un cliente nuevo?, ¿Cuándo fue la ultima vez que solicitaste una reunión con un cliente de tu interés?¿cuándo fue la última vez que incorporaste un nuevo producto o servicio?
En fin, lo importante es actuar desde ya, y como todo los proceso de planificación debes realizar lo siguiente:
1.- DIAGNÓSTICO
Analiza la situación particular de tu empresa. No tomes recomendaciones que no conozcan tu situación:
Clientes: Comienza analizando la situación de tus clientes, como los afectará la restricción de movimiento que existen hoy, llámalos, acércate a ellos y entérate de su situación. Determina cuánto puede afectar el pago de tus productos o servicios.
Proveedores: En tiempos de crisis, muchas veces de reducen las opciones de crédito proveedor, ya que se privilegia la liquidez. Acércate a tus proveedores, muchas veces son más grandes que tu empresa, e intenta negociar plazos de pago.
Bancos: Analiza tu carga financiera, si tienes créditos a “un vencimiento” o tienes tarjetas créditos y líneas de crédito que requieren pagos todos los meses. Si tu carga financiera es alta en función de la información obtenida sobre la perspectiva de los clientes, solicita reestructurar y lo máximo en meses de gracia. La prioridad debe ser la liquidez.
Costos y gastos: Llegó el momento de analizar cómo produces y si lo puedes hacer mejor. Revisa tus procesos, busca ser más eficiente y elimina gastos que no agregan valor a tus clientes.
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2.- PLANIFICA
Realizado los diagnósticos de nuestra situación, obtenido información de los ingresos y egresos, pasamos a la etapa de planificación:
Ingresos: Actualiza tu proyección de ingresos para este año y “blinda” estas proyecciones con un plan de gestión comercial.
Egresos: Actualiza tus costos, incorpora la inflación proyectada y añádelos a la planificación financiera
Efectivo: Con la información que te entregaron tus clientes y proveedores, construye el “flujo de efectivo” de tu negocio, pues ya a estas alturas conoces la diferencias entre los ingresos y costos “devengados” y la real fecha de ingreso a caja y de egreso a caja.
Bancos: Actualiza tu carga financiera
3.- PLANES DE CONTINGENCIA
Los resultados no se dan por efecto de una planificación, deben ir acompañado por planes por “área”, que refuercen cada una de las decisiones.
Plan Comercial: Lo último que puedes hacer es renunciar a vender. Visita a tus clientes, busca captar nuevos clientes, agrega valor. De esta forma podrás alcanzar las ventas que necesitas.
Plan de operaciones: Implementa las mejoras en tus procesos que te harán más eficiente. Controla el uso de materiales, los horarios de ingreso al trabajo, los procesos de logística y despacho. Ser más rápido hace obtener ventajas, por ejemplo, el ejercito de Napoleón se desplazaba a 120 pasos por minutos, versus 70 pasos por minutos lo de sus adversarios, esto siempre lo hacÍa llegar antes al campo de batalla y obtener ventajas.
Plan Financiero: ¿Tendremos desfase de caja?, gestionemos desde ya financiamiento para cubrirlo, pues los bancos no financian cuando tienes morosidades o información comercial desfavorable. Por otra parte, hay que llevar un exhaustivo control de los fondos de la empresa, mantener procesos de cobranza, los cuales permitirán hacer llegar el dinero de las ventas.
Blindaje patrimonial: Si el diagnóstico no fue muy favorable, tenemos que tener un plan B, proteger los activos.
4.- CONTROL
Haz cumplir los planes, revisa como mínimo una vez a la semana el cumplimiento de cada plan. Ya no servirá conocer nuestra gestión recién que hagamos la declaración de renta, debes controlar de forma disciplinada.
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5.- INVIERTE / EVITA ENDEUDARTE
La recomendación dependerá de tu situación actual. Si tu situación es delicada, evita endeudarte y tomar riesgos, esfuérzate en dar continuidad a tu negocio y ser eficiente. Si fuiste ordenado y disciplinado y no tienes mayores problemas, Invierte, esta es la oportunidad que necesitabas. En las crisis aparecen oportunidades de inversión, ya que algunos necesitan deshacerse de activos para lograr liquidez y puedes encontrar oportunidades de negocio..
Es más fácil hacer un pozo que hacer llover (ordenar la casa, ahorrar a esperar una lluuuvia de clientes). Este es el momento de asesorarte y aumentar las rentabilidad de tu negocio con pequeños cambios a pesar de la crisis.
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