Iniciar un negocio es unas de las cosas más difíciles que puede experimentar una persona.
Intentar resolver una necesidad de la sociedad no solo requiere buenas intenciones, no solo requiere una propuesta diferente de valor respecto a lo que existe, sino que esa idea de negocio transformada en una empresa requiere cumplir compromisos: pagar nóminas de sueldos, recaudar las ventas, fijar precios, realizar publicidad, producir el producto o entregar el servicio, pagar impuestos, pagar previsiones, etc
.. en fin, mucho trabajo para realizarlo solo.
Pero la soledad no es motivo suficiente para subir más gente al “barco”, pues cada socio debe aportar un “Recurso” que sea necesario y el trabajo se puede contratar.
Si fui demasiado indirecto lo replanteamos: un socio es un Recurso.
Luego de leer el “Libro negro del emprendedor” (te lo recomiendo), encontré un nuevo e interesante punto de vista que aporta el autor.
Una de sus principales premisas habla sobre que “todos los libros para emprendedores hablan de historias de éxito, pero muy pocos sobre Factores clave de Fracaso”, más considerando las altas tasas de fracaso que tienen los nuevos negocios.
Y así es, las probabilidades de fracasar un emprendimiento son altas, más si es tu primer emprendimiento.
Visto así, notarás que es interesante analizar los puntos comunes de los negocios fallidos, precisamente revisaremos en este post sobre las 5 Razones para NO tener socios.
Comencemos…
1.- Un socio es un “Recurso Caro”
Salvo que tu socio sea un socio capitalista, asociarte porque tu socio aportará “trabajo” o un “activo”, no es condición suficiente para incorporarlo como socio.
Una vez que ingrese a la sociedad, tendrá derecho a un 50%, 20% o el porcentaje que acordaron, durante todo el tiempo que exista la sociedad.
Visto desde otra perspectiva, es prácticamente un crédito perpetuo a una tasa anual de un 20% a 30%, más caro que cualquier Banco.
Si necesitas un trabajador o un vendedor, puedes contratarlo. Si necesitas una oficina, una máquinas o equipo, puedes arrendarlo.
2.- Flexibilidad y toma de decisiones rápidas
Si tienes socios, deberás consultar a ellos las decisiones que competen a la empresa, tales como si es necesario o no tomar un crédito, ampliar las instalaciones de la empresa, instalar una sucursal, contratar más trabajadores, etc… y quizás no esté de acuerdo y entren a un «punto muerto» en la que tu empresa se estanque.
Si necesitas consejo, si necesitas una segunda opinión, NO necesitas un socio.
Un asesor puede entregarte una opinión de tu negocio visto desde afuera, aportando nuevos puntos de vistas y experiencias de sus clientes.
Un país tiene un presidente, un ejercito tiene un general, ¿Por qué tu empresa debería tener 2 generales o 2 presidentes?…
3.- Diferencias de visión
Un emprendedor debe ser visionario. Iniciar su empresa desde un punto 0 y visualizar hacia donde quiere llegar, en que desea que se transforme.
Al contar con socios, ellos pueden carecer de visión o tener una distinta. Quizás, solo les interesa recibir las utilidades y ya, con el menor riesgo posible, lo cual puede diferir profundamente de tus planes.
4.- Diferencia de valores
Un socio, al no conocerlo en realidad, puede tener profundas diferencias valóricas contigo, lo cual es intransable bajo todo punto de vista.
Un socio puede tener una “moral permisiva”, dispuesto a incumplir las reglas y normas con tal de ahorrarse “algunas Lukas”.
5.- Ambos hacen lo mismo
Si tu socio sabe lo mismo que tú, tiene la misma profesión, la misma experiencia, no tiene sentido asociarse.
Los socios (recursos como menciono anteriormente), deben ser complementarios, aportar valor a la empresa. Si ambos saben lo mismo, NO agrega valor.
Es importante que al iniciar un negocio mantengas una “filosofía de mercado”, los recursos tienen valores distintos y mientras más abundantes, más bajo en su precio.
El trabajo, puede ser remunerado con un sueldo, no con acciones, y para hacer más atractivo un trato puedes diseñar un sistema de comisiones, las cuales permitan incentivar a ese “recurso” clave, sin comprometer la propiedad de la empresa.
Si ya emprendiste, espero no estes pasando por una situación en donde tienes profundas diferencias de visión con tu (s) socios(as) o lo que es peor, veas que tu trabajas más que él, pero ambos ganan lo mismo.
Si eres nuevo en esto de los negocio y comenzarás tu primero emprendimiento, toma en cuenta estos concejos y si aún así decides asociarte, no olvides estos concejos.
Muchas de los 5 puntos mencionados pueden ser regulados a través de un pacto de socios al inicio de un negocio.
Sin embargo, requerirás de un abogado experto en empresas (como nuestra abogada), que pueda ayudarte a definir los acuerdo con los nuevos posibles socios.
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